Contener la respiración..,
debajo del agua,
cuando el miedo te aprieta hasta los huesos,
cuando la vida gira como una calesita descontrolada,
no expulsar el aire,
como un globo,
para no decir las palabras que no van cambiar el final,
contener ese suspiro hasta no poder más,
como si fuera el último,
llenarse de los pulmones para quedarse inmóvil,
para recordar que estás vivo,
y exhalar bien fuerte,
para quedar vacio.
Contener la respiración..,
para no arrojar insultos,
cuando la escena de la vida supera tu imaginación,
el horror te quita aire,
la pena te tapa la boca,
y te mantienes apenas con lo poco que pudiste inhalar,
aire!!,
Sentir ese mecánico proceso,
respirar!!,
esa gratuidad que a veces cuesta tanto,
ójala pudiera haber guardado tu último suspiro,
en una botella,
arrojarlo al mar,
para que la puedas atrapar,
aire!!,
si pudiera elegir que sea de noche,
dormido,
soñando que ya no respiro,
y puedo nadar sin pulmones,
en ese mar..,
de aguas claras,
o tal vez de olas oscuras.
Contener la respiración..,
hasta a la desesperada acción de vaciarte,
y luego respirar,
suave,
sin acumular demasiado,
liviano!!,
respirar,
sin el egoísmo de querer robarte todo el aire,
exhalar muy despacio,
como desinflado,
imaginando que te deslizas por todas partes,
como una hoja,
al viento,
a la nada,
y en ese momento
inhalar lo justo,
la cuota necesaria para no estar flotando,
y sentir los pies andar..,
por el camino,
por la orilla,
por el suelo,
entre las flores,
de la mano,
por el aire.
Daniel Memmo