Resistiré a los embates de tu ira,
como a los despechos desplegados
resistiré al fuego de tu ardiente pira
reforzándome en los momentos delicados.
Resistiré cuando se acerca la avalancha
de tus enojos en ambientes saturados
resistiré la avenida siendo ancha
cuando el viento me allá congelado.
Resistiré como el bronce de la estatua
haciéndo de mi boca un candado
resistiré aún creyendo en pena fatúa
el tiempo en que me encuentro desolado.
Resistiré por el bién de tolerarme
pensando que requieres un tratado
resistiré al cabo por dejarme
por encontrarme un ser descontrolado.
Resistiré a la altura de mi vida
a los años que tú has manufacturado
resistiré pensando en la salida
y te alejes con tu paisaje desalentado.
Resistiré para indicarte como hombre
el haber resistido tantos años
resistiré al dejar alto mi nombre
aunque sea sentado en los escaños.
resistiré al agobio del abandono
como veleta al techo avejentado
resistiré para dar cuenta y dar abono
encontrándome un amor equilibrado.
Y aquí me tienes resistiendo
lejos de la vera de tu senda
resistiendo ahora que comprendo
y me he sacado de los ojos esa venda.