Se marcha la tarde,
la noche comienza,
por medio de sombras,
con brumas y nieblas,
y asoma la luna
su cara traviesa,
dejando suspiros
y bromas eternas,
sus rayos de plata
son manos de seda
que entregan caricias
de formas diversas
y abajo, en el puerto,
un hombre regresa,
bogando en su barca,
al puerto sin pesca...
Ya empieza la noche,
se cierran las puertas,
también las ventanas
de casas y aldeas,
en una buhardilla
un niño contempla
las luces del cielo
en forma de estrellas,
-¿qué son, -se pregunta,-
los guiños y señas,
que arriba, en lo alto,
envían sus flechas?,
-no sé, -le responde,
un hada traviesa,-
la magia del cielo
que escribe un poema...
\"...Se marchan los días,
las noches se acercan,
sonríe la luna
al niño que piensa...\"
Rafael Sánchez Ortega ©
09/04/19