Eres el tiempo
que nunca pasa,
el sol huérfano
del crepúsculo,
la noche desnuda
sin alba,
y el río que escala
la montaña.
Eres el beso
que arrastra el beso,
la palabra
en los labios desflorada,
el amor que lleva
el cielo al infierno,
y el infierno que calma
mi mente y alma.
Eres la red
de todas mis mañanas,
el lado oculto
de mi última esperanza,
el pecho que nutre
mis atardeceres de plata
y vuelo enardecido
de todas las alas.
¡¡Eres mi todo!!