Es inevitable pensar en el destino no vivido.
Quiérase o no todo destino ya está predestinado.
Prefiero entonces leer viejos poemas no olvidados,
haciendo a tiempo un viaje al pasado no borrado,
recordando y olvidando lo vivido.
Sí, esa es la cuestión: viajar al pasado,
antes de que el pasado se convierta en olvido.
Es indispensable vivir de lo vivido,
que no poder vivir de lo olvidado.
Terrible realidad no haber vivido.
después de haber vivido demasiado.
Me aterra pensar que en días no lejanos,
se borren de mi mente los recuerdos de siempre.
Será como vivir, morir y renacer
sin nadie a quien recordar,
sin nadie a quien amar,
agobiados por fotos, recuerdos y viejos libros,
que no significan nada,
viviendo acaso ratos de lucidez,
pequeños momentos temporales,
de lo que antes hemos sido.
pero solo para saber,
que muy pronto el pasado recordado,
pasará anuevamente al olvido.
¡Terrible realidad si fuese cierta!
Y qué paradógica…
Acostumbrados estamos desde siempre
a aceptar el destino de la muerte,
pero nos negamos a aceptar
el destino de olvidar lo que hemos sido.
¡Terrible realidad si fuese inevitable!
Yo que lucho cada día para no ser olvidado,
que he dedicado la vida para hacer de ella un libro,
no me libro de perder lo que he logrado
ni saber, al final, quién soy yo mismo..
Frank Calle (1º/mayo/2019)
(Quizás algún día este poema, me ayude a acordarme de mí mismo…)