Ay, quien fuese un trovador
y en la reja de tu ventana
dejar preso mi corazón
y cantarte bellas serenatas
en las noches de luna y sol
y en la mirada de una copla
regalarte un jardín en flor
¡ asómate niña a tu ventana !
¡ mira que soy yo ! ese que te canta
un pobre trovador
que cansado de caminos y polvo
vive embelesado por tu amor
y aquí me tienes, tras tus rejas
tienes preso mi corazón
trátalo con cariño
que es sencillo y pobre
como la sonrisa de un niño
y dale de beber un poco de agua
que viene muerto de sed
yo te regalo lo poco que tengo
no me lo desprecies mujer
y asómate a tu ventana
que hoy yo te cantaré
una canción que sale del alma
y que contiene todo mi querer
y después cuando tu quieras
yo siempre te rondaré
seré un juglar, un pobre trovador
que te regalo mis labios
para besar tu corazón
¡ esperáme tras tu ventana !
que mañana vuelvo otra vez
a cantarte mi serrana
las penítas de un querer
con mis versos y mi guitarra
yo siempre te rondaré
no seas altiva sultana
que yo siempre viviré
en la reja de tu ventana...
No me llores a mi mujer
que las lágrimas de tus ojos
hacen las flores crecer
lozanas y frescas, a su antojo
en un manojo te llevaré
para que las siembres en tus macetas
y así puedas adornar
esa reja de tu ventana
donde yo te suelo cantar
y cuando despunte el alba
en tu mirada me dormiré
¡ espérame !, que cuando llegue la noche
aquí en tu reja yo estaré
para decirte te quiero
y que nunca te olvidaré...
Y me miro en tus ojos
que son dos espejos...
De dos amores que tienen
en el alma sus reflejos
y no me llores mi serrana
que en la reja de tu ventana
yo voy sembrando flores...