No tardes, que te espero
tras la reja de mi ventana
y quítate el sombrero caballero
que estas ante una dama
y esa guitarra desafína
porque sus cuerdas son amárras
finas, muy finas, pero que se guardan
en el corazón, donde florecen
las bellas flores del alma
ay, mi querido trovador
cuanto ansío tus palabras
que viven en otros tiempos
cuando las liras sonaban
dando de beber a las musas
vasítos de agua clara...
En la reja siempre te espero
en esa reja soñada
donde canta cada noche
el enamorado a su amada
cuajada de flores y luna
quien pudiera vivir de sueños
en esta noche estrellada
sacada de un libro de cuentos
de aquellos que tu, trovador contabas
¡ Mira ! vamos a sembrar recuerdos
en los surcos abiertos del alma
seguro que recogemos
miles de espigas doradas,
pero no te olvides nunca
que yo te espero aquí sentada
anhelado escuchar tus pasos
tras la reja de esta ventana...
Que ya no tiene rejas
porque está abierta en el alma...
Y es un balcón florido
lleno de hermoso colorido
donde habita la esperanza...