Táctil,
Aquí estás antes de haber llegado,
Como una madrugada soleada e impaciente.
Ya llegó tu sombra de medio día,
Anidándose en las manos de las cosas junto a mi.
Te toco como a un verso mío,
Autogobernado y en silencio,
Sirviendo de oratoria a cada campanario vacío.
Táctil,
Llegas ¡exagerada! cuando no has llegado,
Te toco, me tocas y el mundo abandona sus ritos,
Arde el cobre en sus entrañas bulliciosas.
Te toco, me tocas… inútilmente, ausentes los dos.
LRL
1-5-2019