No me gusta la idea de pensarte
Y sentir que me olvidaste, o peor,
que ya no notes mi ausencia,
Mi cabeza contra tu pecho,
Mi piel rozándose con la tuya
Y tus labios brindándome la calma misma.
Eramos dos almas en una cuando
nos escapábamos de nosotros mismos hundiéndonos en nuestros cuerpos.
Extraño tu presencia en esta casa,
Todavía puedo sentir tu fragancia
Y tu forma de ser tan peculiar.
Podría morirme mirando tus ojos
y verme en esa eternidad reflejada.
Nos quedó pendiente muchos libros por leer, en especial a Cortazar que a veces nos describe bien,
Me faltó mostrarte mis poemas
Y que me cantes tus canciones mientras yo cierro los ojos.
Nuestro ser está lleno de amor
Para dar, Para darnos
Con todo lo que nos queda,
Con tu guitarra en la mano
Y en mi boca tu nombre.