Tenaz, aguerrida, valiente y perseverante
Así es como la conozco yo.
Bondadosa, amorosa, caritativa y protectora
Así es como la siento yo.
Desde mis primeros pasos hasta hoy
Tengo sus oraciones y protección
Ella sabe que sus hijos ya crecimos
Pero para sus ojos aún somos sus niños.
Sus dedos peinaron mis cabellos
Y con lazos de colores mis trenzas atavió
Cuidó mi vestir y el brillo de mis zapatos
Su mano empuñó la mía
Y fue guía en el trazo de mis primeros garabatos
Compartir la mesa con ella no es sentarse a comer
Es la compañera de interminables historias
A veces repetidas, pero contadas
Con la pasión de una primera vez
Por sus palabras conozco su infancia
Escucharla es vivir en su época
Conozco sus primeras ilusiones, incluso decepciones
Ella es un libro abierto y en los renglones de su vida
Esta dibujada la tristeza y la alegría
Hay instantes en que sus ojos son cántaros de lágrimas
Tal vez por episodios que marcaron su existencia
Pero no crean que sólo llora de tristeza
Ella también llora cuando su corazón rebosa de alegría
Tiene un gusto exquisito por la música
Le gusta cantar y es una gran bailarina
En días de reunión se desvive por atendernos
Es su naturaleza estar siempre pendiente
Por si algo nos hace falta
Y cuando llega el momento de la despedida
Levanta su mano y en nombre de Dios nos bendice
Creo que se queda con algo de nostalgia
Pues su mirada nos sigue
Hasta perdernos en la distancia
Cuenta los minutos y hace un cálculo exacto
Para llamarnos y preguntar
Si a nuestro destino sanos y salvos hemos llegado.
Mi madre es es la perfecta obra y creación del amor y la sabiduría de Dios.
Mayo, 01 del 2019