“Fue la noche, fue la lluvia, o fue el silencio de tus ojos o el perfume ingrávido y secreto que manaba de tu cuerpo de nardo, de jazmín, de rosales encendidos en llamaradas de amor.
No pude escapar amada mía, caí en tu canto musa errante nacida creo yo…del universo, del azul profundo de los mares.
Corrieron mis labios por las onduladas olas de tus trigales maduros, fragantes como la exquisita fuente de tu vientre.
Y bebieron largamente bajo el firmamento de las mieses, el néctar de todas las flores de la tierra emanada en tu alma….
Después fue la noche y nosotros, recorrimos el cielo con cada lucero y estrella, en delirio nuestros cuerpos como dos brazos se fundieron, ahora se que no fue un sueño, cuando miro el rayo de la luna o cuando veo renacer la claridad de un nuevo Dios.
Mi vida ya no es la misma, todo ha cambiado…..princesa mía.”