El silencio invade la soledad de la noche
y un profundo aroma llega desde lejos
trayendo recuerdos de plenos momentos,
donde envuelto en tus brazos reposa mi sueño.
La cama estrecha convertida en nube
y cúmulos de estrellas, testigos de aquello.
La piel no es el límite, sólo es el medio
y el roce de cuerpos es el pretexto
para que la sábanas ardan en te quieros.
Noches de las nuestras... noches de cortejos.
En la larga espera de \"mañana te veo\"
mi corazón ansioso no encuentra reposo,
no halla sosiego, busca enloquecido
tu latir calmado que trae a mi vida
paz, cordura, equilibrio y fuego.
Mañana no es lejos, mañana nos vemos,
pero esta noche larga es inmenso el lecho,
me sobran cobijas, me faltan tus besos.
A.B.A. 2017 ©
Amalia Beatriz Arzac
Buenos Aires - Argentina