alupego (Ángel L. Pérez)

COMO LA VIDA Y LA FLOR

COMO LA VIDA Y LA FLOR

Geranios en el balcón,
para que el gris se diluya.
Claveles en el jardín,
como gráciles pinceles,
que visten de fiesta el día.
Sonoras risas humanas,
para adornar las tristezas.
Como la flor nacarada,
de plata adorna el jarrón,
con su argentaria belleza.
El ardiente bermellón,
brillante como una brasa,
viste de rojo el amor.

Sutilezas que arrebatan,
con aparente hermosura.,
hechas de frágiles dudas,
latiendo en el interior.
Una lágrima furtiva,
de cristalino rencor.
Un grito de rabia ungido.
Un estridente alarido,
reclamando su perdón.
Una voz entrecortada,
que se retuerce adornada,
con matices de pasión.

La vida se fue ahuecando,
de su auténtico valor.
Y su esencia va mermando,
como se agosta el amor,
si no se sigue regando.
El viento gira en la esquina,
de los muros que le obligan,
más no cede en su embestida.
Como no cede la vida,
ante el dolor y el amor.
Rompe el tiempo la corteza,
pero vive el interior.
Con las esencias intactas,
si prevalece el valor.

Lenta la vida se escapa,
como la corriente al mar,
del manantial que la guía.
La sabia idea se desplaza,
por resquicios infinitos.
La voz se pierde entre gritos,
como el frío entre la brasa.
Mientras el agua desgasta,
los guijarros del camino.
El calor la piel abrasa,
mientras acaricia el aire,
el suave rostro del niño.

Las cantoras golondrinas,
que en el alero acomodan,
el nido para sus crías.
Aves de paso que emigran.
Como emigrando la vida,
a otro estado va mutando.
Rosas rojas de pasión,
acunándose en la dicha.
Petunias en el balcón,
que la belleza prodigan.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
02/05/2019