¡Celébralo! ¡Si! ¡A el! A ese señor que por cuidarte y aconsejarte, muchas veces te regaño. El que sin pedir nada a cambio, con mucho trabajo y esfuerzo, a través de los años, muchos de tus caprichos te cumplió.
¡Si! Celebra a tu padre! A quien muchas veces ignoraste cuando contigo, él quería platicar. Claro, en ocasiones lo escuchaste pero al salir de casa, por irte a bailar, sus consejos ignoraste.
¡Celébralo siempre! Especialmente en este día. Al abrasarlo hoy, haz que tú ser este presente. Olvídate de todo y no hagas de ese abrazo algo pasajero. Porque en ese momento, ese abrazo, es tu todo.
Siente el calor y el amor de padre que en ese abrazo el te brinda. Al soltarlo, observa los surcos en su piel y las canas en su pelo, pues ambos demuestran su experiencia y sabiduría. La cual, cuando decidas no ignorarlo y te des el tiempo para escucharlo, compartirá contigo algún día.
Cuando tú llegaste al mundo, como al de tu madre, al corazón de tu padre llenaste de alegría. Quizás en ocasiones, y sin valor de confesarlo, el sintió miedo. Miedo de fracasar como padre y de no saber hacer feliz a tu madre.
Como pudo, a su familia saco adelante. Hombre de pocas palabras, con sus acciones, el demuestra su orgullo por sus hijos y anuncia al mundo que gracias a Dios, todos tienen un futuro brillante.
¡Si! ¡Celebra a tu padre! Si decides no hacerlo, tus razones has de tener. Si es así, ese señor que legalmente es tu padre, quizás tu cariño nunca va a merecer. Con el tiempo, después te obtener experiencia y sabiduría, quizás al ese señor, el perdón le puedes ofrecer.
Quizás tu padre es tu madre, lo cual el admirable. En ese caso, celébrala doble. Hoy y en su día, el Día de Las Madres.