Jhon Deivy Torres Vidal

DESHAUCIADO Y YA MUERTO.

Deshauciado y ya muerto me repongo

de la última estocada de la vida.

Atrás quedo la tinta, en mi velorio.

Abajo, los papeles que me olvidan.

 

Deshauciado y ya muerto vuelvo airado

a profanar lo escrito y su osamenta

pero viven aún, fantasma en mano,

los textos que delatan mi conciencia.

 

Dejé inconcluso y sin probada firma

mi testamento apócrifo y artero

que niega la otra parte de mi vida

y afirma la mitad de mi alter ego.

 

Atrás quedó lo cierto, en mi escritorio.

Abajo hay falsedad, ficción suicida.

Hay dos formas, dos firmas, un demonio,

un cielo y un infierno y una vida.