Sale en la mañana desde muy temprano.
A todos saluda,
y regala flores que encuentra a su paso,
a todas las damas.
No le preocupa el tiempo,
si es bueno o si es malo.
Le preocupa cumplir eficientemente
con su trabajo,
limpiando la belleza de las limpias calles,
y de las aceras que las adornan en la distancia.
En sus manos avanza feliz
la carretilla,
que a poco, ya dejará de serlo,
porque de vieja, ya las ruedas no le aguantan.
¡Ella misma parece basura reciclada!
Pero el basurero marcha feliz,
y feliz limpia las calles cada mañana,
limpia que te limpia,
llenando su carretilla
de cuanta basura tiran al camino,
los que no barrieron,
los que no piensan nada.
Más eso no importa,
recoge y recoge,
canta y canta,
pues gracias al caminante de cada día
que ensucia las calles sin pensar en nada,
su carretilla se llena de alegrías,
la buenas personas, al verlo,
se llenan de esperanzas
y el basurero, que bien lo merece,
el día del salario recibe su paga…
Frank Calle (3/mayo/2019)