Se está haciendo de noche y dicen que hará frío,
anda, acércate a mi lado,
te hablaré con la misma indigencia de la primera vez,
con palabras privadas
que no quieran oírse en ningún otro sitio,
con varios corazones que me han ido creciendo
y hoy están en mi boca.
No en balde se siente más la piel cuando se está apagado
y no hay otro sonido que el de la madreselva;
callada como un cuerpo al que le asusta el sol.