Son tus miradas
Qué iluminan mi noche
En esta penumbra que me acompaña
Golpean con suavidad mi mente
Una y otra vez
Como golpean las hojas otoñales
El suelo verde de tus rincones.
Es tu sonrisa
La música que oigo
En este silencio absoluto que me baña
Adorna mi recuerdo de tí
Banda sonora de mi presente esperanzado.
Es tu boca
Qué me enloquece y me transforma
Instinto animal que me domina
Me lleva inevitable a tu presencia.
Y luego, tus ojos
Pozo infinito de mis locuras
Imnotizadores de mis pesares
Floto en su excitante ternura
Y allí muero
Entre tu boca y tus ojos
Paraíso que busco y necesito
Vivir en el infinito de tu gracia.
Ser Uno en tu persona
Hasta el final de mi existencia.