Cuando deje de leer,
empezará a sentir
Déjeme que profane sus letras, deje en entren las mías, deje que se masturben ambas lecturas en una perversa lírica de nuestros pensamientos y consienta la intimidad del poema hecho lujuria.
Permita ser dueño de su orgásmica prosa, tentando a sus ojos a ver como cada frase no es apta para leerme en horario infantil, donde el recreo se abre a medianoche y los juegos son perfectamente tentadores.
Deje que la tinta se esparza formando firmas tangibles por todo su cuerpo, solo así sabrá ese contenido que va mas allá de unas letras profanas escritas únicamente para usted.
Mi pluma es capaz de escribirle todo el placer que contiene su tintero centrado en la intersección de sus piernas, porque yo se donde escribirle y usted sabe donde leerme...
Será en la profundidad llena de detalles que le ofrezco, ruborizarse mas allá de las letras, ese espacio donde dejará de leer y empezará a sentir.
Jordi Etresi