Empeñada en sanar almas
pero la suya propia le era extraña
Es el síndrome de Quirón
Ahora está en lo más alto del Universo (in)finito pegada al borde,
el borde redondo de la protección.
Desprendida de toda arteria
Y aún adherida al vuelo.
No insistas. Esa alma jamás volverá a ti.
Cuando toques el hueco sin susurro
que ha dejado al filo del viento...
Recuerda: En ese hueco de tu pecho
residía un alma oculta. Y nunca fue tuya.