Aquellos cantes de mi tierra
aquellos cantes de la trilla
que sonaban en la era
mientras la pálva volaba
y los trigos se arrodillan,
esas coplíllas que ayudaban a soñar
el trillo dando vueltas
y las manos en la horca
la amarilla paja en el carro
y el trigo en los costales,
en los campos de Castilla, Extremadura y Andalucía
esas coplíllas con algún que otro quejío
que del alma salían
eran del viento las notas
desgranando penas y alegrías,
pero que brotaban de un cansado corazón
que de su trabajo vivía
mientras canta y sueña
huéle el polvo de la era
dando vueltas y mas vueltas
se duermen hasta las mulas
cantan y cantan las chicharras
es la hora de la siesta
debajo de un olivo
come el labrador y dormita
mientras el blanco botijo suspira,
como un regalo del cielo
pasa el tordo y mira con cierta envidia
el trigo que en el montón espera
el calor sonriente del mullido granero
es el fruto de la espiga
y del sudor del pobre granjero
que pone en la mesa el pan negro,
aquellos cantes de la trilla
que ya casi se han perdío
siguen sonando en el recuerdo
de tu corazón y el mío...
Y si volvieran otra vez
serían la viva estampa
colgada en la pared...