Beso a la muerte
que me viene a buscar cada día,
mira de reojo mi agonía,
prepara mi final, mi partida.
Beso a la muerte la astuta y fría.
Beso a la muerte
en cada paso de mi camino,
beso a pleno y los ojos le miro,
mi lengua extiende largo lamido.
Beso a la muerte final sabido.
Beso a la muerte
que tan insinuante me provoca,
midiendo el pecho con que me topa,
húmedos labios, los de mi boca.
Beso a la muerte que a mi me toca.
Beso a la muerte...
Beso sus huesos y su herramienta,
beso su manto y su calavera,
su rugir cual canto de sirena,
porque he vivido una vida plena.
A.B.A. 2018 ©
Amalia Beatriz Arzac
Buenos Aires – Argentina