Menesteo

Con la mirada perdida

 

 

Con la mirada perdida

 

 

Con la mirada perdida

al infinito del cielo,

camino por un sendero

donde me dejo la vida.

Sabiendo de mi partida

pero no donde voy a dar,

que no se como llegar

de pasos que llevo dados,

para purgar mis pecados

cuando llegue hasta el final.

 

De polvo todo cubierto

de la tierra del camino,

buscando voy mi destino

por un ardiente desierto.

Donde nada encuentro abierto

para saciarme la sed,

y dejar ya de toser

que me rompe la garganta,

y mi cuerpo ya no aguanta

con su mucho padecer.

 

Avanzando lentamente

bajo un sol que quema el alma,

yo me estoy pidiendo calma

hasta llegar a una fuente.

Allí refresco mi frente

y sacio la sed que llevo,

poniéndome como nuevo

para seguir caminando,

mientras pueda ir soportando

el esqueleto que en mí muevo.

 

Y si acaso no llegara

por ser muy largo el camino,

que alejando está el destino

donde queda mi morada.

Dejad mi alma relajada

a la sombra de un olivo,

penando como un cautivo

con mis pies ensangrentados,

y mi cuerpo derrotado

en los momentos que vivo.

 

 

José Ares Mateos