Siempre que cae la lluvia y despierto en soledad; pienso en ese día que decidiste alejarte y no pude hacer nada para detenerte.
El llanto se hace cómplice de tu recuerdo, granizo en mi ventana y tu rostro en mi pensamiento...
Sí te dieras la oportunidad de regresar? Sí te dieras la oportunidad de volver a amar? Mi rostro volvería a conocer la felicidad y tu mano entrelazada con la mía no se soltarían jamás.
Adriana Castro D.