Hace tiempo que te has vuelto recuerdo,
ya mi voz no te alcanza,
nieva siempre en primavera
sobre mi cuerpo que es campo desierto.
El sentimiento es grito callado
que te nombra mirando el horizonte,
donde te esconden
los últimos rayos de una tarde de invierno.
Hay gritos que se llevan
perennemente
arañando las paredes
internas del cuerpo.
Son gritos silenciosos
que saben a muerte.
Yo quisiera ser verano nuevamente
para tomarme todo el sol de mayo,
y darte a ti toda la lluvia de mi vientre,
y entregarnos mutuamente todos los besos guardados.
Alicia Rivas.