Soncafe

ENTRE ESCOMBROS

Me he buscado entre los escombros del mundo,

porque es lo que va quedando,

solo escombros,

para saber en qué sitio de este planeta

lleno de dudas y de plomo absurdo

se quedó mi existencia.

Caminé zapaterías,

cinematógrafos que te llenan de espanto,

Transité bares llenos de rostros de mujeres

que en un tiempo supieron sonreír

y que sonríen sin alegrar sus vidas,

sin emocionar sus pechos plásticos.

Oí los gastados sermones de los religiosos

que muy en el fondo

son más inconsolables que sus feligreses

quienes sostienen su salario.

 

Nadie nunca dice nada,

y nuestras vidas, se vuelven a veces

una pequeña porción de agua y sal.

Y sentimos que nos vamos,

que no volvemos nunca,

que un beso a diario nos despide,

que mientras más se globaliza el mundo,

el hombre más se aísla de sí mismo.

Y nos volvemos fariseos de lo absurdo,

sin vernos al espejo,

sin contemplar la basura que crece en nuestros orbitales,

afinando el dedo acusador de una moral fantasma

que nos vuelve asesinos por la paz,

artistas de los falsos positivos.

 

Pero me siento vivo,

a pesar de la ingratitud del mundo,

que te traga,

te vomita,

y luego

pone una medalla de honor al mérito a tu memoria

y colocan sobre tus huesos un mensaje de consuelo

que nunca dice nada.

Busqué entre los escombros del mundo,

porque es lo que va quedando,

solo escombros,

y encontré mi vida en un frasco de poesía.