andrea barbaranelli

Astucias

Me escondo detrás de la mano

con la que tapo mis ojos.

El mundo – pienso – no me ve

igual que yo no lo veo.

 

Es un refinado juego de astucia

del cual me siento muy orgulloso.

Así paso desapercibido la vida

sin ver y sin que me vean.

 

Cerrado como un molusco bivalvo,

puede incluso suceder que un corpúsculo extraño

se cuele en mi interior y que yo, por defenderme,

lo envuelva con mis secreciones y haga de él una perla.