Menesteo

Decirte cómo es el mar

 

 

Decirte, cómo es el mar.

 

En la melancolía de una blanca luna, rodeada de un manto de estrellas,

una hermosa noche de estío me confesaste, no conocías el mar;

y mi corazón se sintió entristecido, queriéndotelo describir

con tan poquitas palabras que, hasta ellas me sintieron mal.

Hoy quiero con mis letras ofrecerte un recorrido más fiel,

para poder informarte sobre la hermosura de ese mar, para tí desconocido,

y lo haré de la forma más explícita posible, para que puedas entender

lo que es un inmenso mar azul, como el color del cielo.

A ese mar, que se une a tu río Paraná enfrentándose las aguas,

saladas del mar y las aguas dulce del río que baja de la montaña.

Imagínate el infinito cielo azul, con olas de espumas blancas

besando rubias arenas como los rayos de sol, en playas vírgenes

a pie de selva, o, bañando ciudades con hermosas playas y barcos de vela

navegando por sus plateadas aguas.

Hay grandes mares, e inmensos océanos cubriendo el planeta tierra

y por sus aguas surcan los más hermosos barcos que puedas imaginar

y también pequeños y grandes veleros, cuyas velas son como alas

abiertas al viento, haciéndoles navegar sobre las olas del mar.

Si el cielo que imaginaste se llenara de nubes, blancas o grises,

el mar cambiaría de color, tomando el de esas nubes.

Por eso, el mar es un espejo del cielo, y sus olas, el viento que mueve el aire.

Imagínate tu río, que tan bello lo describes por el amor que le tienes,

cuando se une a la mar, la belleza que transmite es algo muy especial

en ojos de quién lo vive y lo puede disfrutar. 

Las lluvias que caen en tú Paraná, bajando van por el río hasta encontrarse

con el mar, mira si tú río es bonito, que se lleva los recuerdos de tú vida

para bañarlos de sal. Imagínate por un momento, toda la espesa hermosura

que cubre esa selva tropical, y un río que va besando los recodos escondidos

que encuentra en su navegar, desde las altas montañas hasta llegar a la mar,

para fundirse con ella en blancas espumas de sal.

Allí se unen los dos como felices amantes, deseosos de abrazarse con sus

locuras de amor, y se unen entre espumas, de aguas dulces y saladas,

que rompen con la alborada en un mundo de colores.

El agua que trajo el río desde tú bella montaña, ya navega por la mar

haciéndose blanca sal, con la espuma que la baña llegando hasta el litoral.

¿Te imaginas, las estrellas del cielo cayendo al mar de madrugada?

Es la cosa más bonita que da una noche estrellada, entrando sobre las olas

de esas aguas plateadas.

Se desprenden desde el cielo enamoradas del mar, siendo los marineros,

los que con sus redes sacan, las estrellas al pescar.

¿Tú nunca viste una estrella, sacada desde el fondo de la mar?

Yo he visto de ellas muchas, y te puedo asegurar que son tan lindas y bonitas,

como las que en el cielo están.

Imagínate embarcada en un hermoso bajel, viendo desde la distancia llegar

un hermoso atardecer, donde el sol se va durmiendo, muy rojo de sentimiento,

y con muchas ansias de volver. Y cuando la noche llega, llenándose el cielo de

estrellas hasta el amanecer,una luna blanca y bella convierte nuestro soñar

en una brillante estela cayendo sobre la mar.

Eso encoge el corazón, sin saber de qué manera, Igual que al tuyo lo abraza,

orillas de la ribera de tu río Paraná.

 

Menesteo