Ya he andado la mitad del camino
y ni siquiera sé hacia dónde voy.
Cuando miro atrás el polvo que he dejado
apenas me permite ver con claridad
un pasado lleno de errores
que me gustaría repetir
Mil lecciones que no acabo de aprender
siguen gritándome al oído cuál es mi sitio
en un mundo tan cruel que con frecuencia olvida
que un día han de venir a este lugar.