La Luna está fría.
La luna se hizo de amor aunque ahora muera de olvido.
Solía vestir la cama con su manto de novia de los condenados a amar y la de los no condenados.
Ya no hay amor, ya no hay amantes, ya no hay pasión ni poesía .
La Luna se hizo de sectetos
aunque ahora de hiel es su boca.
Solía tejer historias con sus hilos de plata de los condenados a vida y las de los no condenados.
Ya no hay palabras ya no hay razón, ya no hay estrofas de ninguna canción.
La Luna se hizo de deseos aunque ahora muera de hastío.
Solía encadenar promesas de los amantes furtivos.
Ya no hay tejados, ya no hay farolas, ya no hay sueños ni fantasías.
La Luna está malherida y sus perlas desangra, y en su charco de plata, está sola, blanca y dormida.