GIRA Y GIRA SIN PARAR
Esclavo de su inconsciencia,
vive el humano encerrado,
entre rejas invisibles,
fabricadas de buen grado,
en su abulia manifiesta.
Soberano de impaciencias,
vive el Hombre atormentado,
ajeno a su inteligencia,
que lentamente o veloz,
inconsciente se encorseta.
Praderas de verdes valles,
preñadas de flores nuevas.
Como alfombra de promesas,
entres sus carnes no escritas.
Tesoros entre sus músculos,
ocultos entre sus tripas.
Esclavo de sus codicia,
vive el humano impaciente.
De espaldas a la verdad,
que entre dos aguas transita.
Vive la verdad sabiendo,
que será ninguneada,
muy a menudo ignorada,
en pos de una falsa dicha.
En el espacio infinito,
vuela sin pausa el saber.
Buscando una mente amiga,
que se empareje con él.
Viaja sin rumbo perdido,
como un triste vagabundo,
buscando algo que comer.
Campos de fértiles viandas,
que florecen por doquier.
Riquezas en sus entrañas,
por debajo de la piel,
del cuerpo que las ampara.
Despertando la ambición,
de quien quiere arrebatarlas,
y en su ambición fenecer.
Tupidos bosques y selvas.
Frondosos montes y llanos.
Fértiles campos labrados,
con las sarmentosas manos,
agrietadas por el tiempo,
plenas de naturaleza.
En florecientes praderas,
henchidas de sangre y vértebras.
La Tierra frenó su fuerza,
giro más lenta su esfera.
Ralentizó sus impulsos,
dando así una nueva tregua.
Y que reflexione el Hombre,
antes que el planeta muera.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
07/05/2019