Duele... Imagino que así te sentías. Perderte en la distancia que yo misma provoqué se ha convertido en una agonía.
En el lugar que te dejé , cerca de la estación del bus, allí te busqué una y otra vez pero no estabas tu... Huellas inconclusas que me guiaban a la nada, corrí a cada estación pero no te encontraba.
... Sin dar explicaciones, para ti sin motivos aparentes y sin razones, tomando quizás la culpa del sentir que te abandonen.
Yo cegada teniendo que ir a ciertos lugares, te dejé dentro cerrando la puerta con llave y salí corriendo creyendo que volvería antes de caer la tarde.
En el camino mis piernas se cansaron, el ritmo de mis pasos se hacia lento, presentes en un contexto violento mis fuerzas me abandonaron.
Al llegar la puerta estaba abierta y el candado quitado, cayendo ahí en cuenta de lo tonto que había accionado. ¿Tarde es para haber reaccionado? Es tarde para perdonar a un amigo por la estupidez influenciado?
¿Tarde es para un segundo intento? ¿Para cerrar la puerta y juntos volver a estar a dentro? ¿Para un perdón? ¿Para un lo siento?... Porque ¡perdón! Porque ¡lo siento!
No imaginas cuanto lo siento! Nacidos en la distancia, esta distancia es tan distinta ya que no es por fuera, sino por dentro.
Y si no merezco tu perdón... Tan solo concédeme decir adiós, una última conversación, un último momento, un último te quise, te quiero y un último lo siento.