Se adormece dentro de mí
el recuerdo de mi vida,
difusas imágenes envuelven mi mente
blanco y negro sin luz ni color.
Remolinos de emociones
causan agitada respiración,
y en la cruel batalla
se yerguen airosas
las sombras que carcomen
mis sueños y mis amores,
destruyen con sínica sonrisa
el camino que bordea
mi último suspiro.
Pido a gritos retornen mis días
que no me los roben
intrusos feroces,
suplico me devuelvan la sonrisa de niña
la alegría de adolescente
y el calor de mis mayores.
Pero en irónica travesía
Todo se pierde, todo se muere
Nada vive, nada me envuelve.
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Jaruco Liang
México
08/05/2019