gatoconbotas_58

Garabatos de nuestro tiempo exacto

Ha llegado la hora del tiempo exacto,

la luz incandescente y las sombras te delatan

mientras el frío otoño avanza por las grietas

de la ausencia disimulada.

Sospecho que estás sola

en un lugar por alguna causa

y que una de esas causas se transforma

en mi pequeña esperanza.

Creo que a escondidas recitas mi nombre

asomada a la ventana

aquella la que mira al mar,

sugerente de espuma y blanca playa.

Sueño con tenerte

algún día, alguna mañana...

Jugando a la sorpresa de la vida

encontrarnos casualmente

para hablar de lo que nos pasa.

Horas y horas en otro tiempo,

tal vez el que viene, 

infinito, 

y despertar juntos como si nada...

Tus ojos negros y tu piel,

tu cabello de chocolate, tu aroma,

tu cuerpo sobre la cama.

El ruido de un tren y la magia,

Tal vez debí cuidarte

como se cuida el alma,

tal vez fui cruel

al no ser ese a quien esperabas,

tal vez, tal vez, 

tal vez debiera desaparecer

como las estrellas en esta noche nublada.

Triste este saber

que la mezquindad del reloj

el tiempo exacto nos marca.

Tu tan joven y yo imaginando que pasas,

mi corazón me dicta lo que se

y mis manos se niegan a hacer

el garabato que mi boca calla.

Sin embargo hoy escribo

de aquel pasado que se fue

de aquella mujer que nunca dije

y que yo tanto amé.