Brilla una luz en la noche,
que da resplandor al cielo,
son los ojos de mi amada,
que iluminan cual luceros.
Se fue sin decirme adiós,
cuando yo más la quería,
con ella se fue mi amor,
mi vida quedó vacía.
La extraño todas las noches,
la espero todos los días,
siguen vivos los recuerdos,
que dan sentido a mi vida.
Cuando me llegue el momento,
seguiré la luz del cielo,
que me conduzca a mi amada,
a la que yo tanto anhelo.
J. Piñeiro