Llegaste e iluminaste el sendero por donde caminaba
Ya no le temía a nada, solo a lo que pudiera dañarte
Te tomé de la mano, te llevé conmigo, pero solo
Para guiarte, te vi caminar, crecer, luchar ante cada
Adversidad y vi como crecías aún más.
Nunca dudaste tus pasos, abriste sola tus caminos,
Expandiste tus alas y hasta me enseñaste a abrir las
mías.
Nunca perdiste el camino! Alguien dijo un día que el niño:
Encuentra a su madre cuando sale de su vientre.
“Yo te encuentro mi niña cada día de mi vida”