De punta los árboles,
las montañas,
de puntas los edificios, casas,
las iglesias,
con sus inexistentes ojos te buscan mujer,
parecen poseer alas desertoras de cuerpos.
Las aceras se atraviesan unas a otras,
requisan sus huellas buscando las tuyas.
¡Te buscan!
Observa los árboles, las montañas, los edificios,
las casas y las iglesias desesperadas,
Encontrarás el camino,
Te traerán a mi extinguiendo nombres,
encendiendo nuevamente crepúsculos apagados.
Al llegar todo volverá a sus tronos y raíces,
los caminos recogerán sus piedras,
de nosotros partirán las estaciones fijas.
LRL
8-5-2019