Juan A. Cisneros

Salida de emergencia (político)

La puerta suena como un tambor enojado:
Dicen que el país ya no puede sangrar más
Y es que la estaca, ya atravesó a quiénes incluso no debía atravesar

 

Miro al rededor:
Y el intenso vacío que sentía,
Se extendió por todas la paredes.
Ahora poseídas, me quieren matar

 

Ya no seré yo:
Ya no seré nadie
Ya no seré como él.
Lo que él quiso ser

 

Querida vida:
Acaso no estabas en el ilícito dinero,
En la cocaína,
En la fama y la heroína.
¿En el nefasto poder?

 

La puerta sigue sonando:
Es una roca gigante y pronto me aplastará.
Dios, ¿es acaso el Perú quien responde en tu lugar?
Las esquinas están turbias y muerto el cielorraso.

 

De pronto en mi mente:
Una oscura niebla la envuelve con intolerancia,
La culpa es tan abstracta que adoraba amarla
Morirme tal vez es el paso siguiente.

 

Me voy al baño:
En la grasa de mi cara están las capitales.
Todas esas rayas, todas son ciudades.
Se reunieron como un estado,

 

Y ahora desde este espejo:
Veo lo irreparablemente 
arruinada 
que está.