Subía la escalera
cantando melodías
que inventaba
o que sólo le nacían
Llegaba del trabajo
a su casa feliz
con la osadía de hacer
bello y necesario
la gris y cruel rutina
de diez años.
El viejo la rompía
con su humor,
sus recuerdos
el amor a la Vida.
Y entraba por la puerta
mostrando una sonrisa
que lo decía todo.
Traía golosinas, escondidas.
Con mi hermano sabíamos
No decíamos nada
Era un rito.
Cuando ya en la cama
Pablo y yo
aguardábamos
ansiosos su visita.
Y en aquella mesita de años
una a una,
y como haciendo magia
las ponía.
No era cosa de romper su inocencia.
Pablo y yo aplaudíamos
y entre saltos y risas
terminaba la magia
con un beso amoroso
orgulloso y con ruido.
Y con el Cuatro L
raudamente salía
a buscar a mamá
a la oficina.
El cruzaba la calle
ni bien la veía
con un gesto de novio
tomábale la mano
un beso en la mejilla
¿Cómo te fue, viejita?
El amor hecho Vida
en la Vida el Amor.
Cual dos enamorados
a su hogar regresaban
¿Y los chicos?
Durmiendo.
Y en su Amor
se anidaban.
A.E.C