Hoy te vi,
Tan hermosa y de rostro tan resplandeciente,
Que mis labios se turbaron, y evité el mirarte para no proferir palabra alguna,
Te vi tan dulce y agradecida,
Que hasta el sol amable se hacía Luna.
Te vi andar briosa como viento sobre la arena,
Dibujando dunas sobre el cemento y los postigos,
Y no notaste que mi sombra refugiada estaba,
Disimulando el observarte, sin acariciar el velo de tus pasos.
Hoy te vi,
Y no sentí tu aroma de flor tan extasiada,
Porque evite respirar para no desdibujarte,
Hoy te vi, y quise besar el suelo por donde andabas,
Hoy te vi, enamorada, sin poder amarte.
Hoy te vi como pocas veces,
Evitando confundir, el flujo de mí sangre sobre mis sienes,
Te vi mientras tus cabellos negros,
Se deslizaban entre tu pecho y las miradas,
Mientras tus labios sonreían, y en silencio yo te amaba.
Hoy te vi,
Como pétalo de rosa cayendo en pleno invierno,
Como liturgia sagrada entregada al Amor,
Hoy te recuerdo,
A pesar del tiempo y de la distancia,
Como la flor que se ha marchado en medio del tiempo,
Pero ha dejado su aroma a rosal,
Y el recuerdo de tus labios, impresos en un beso.
Hoy te vi… más prefiero recordar, que no te tengo.