Tengo que decirte tantas cosas
tantas que me oprimen la garganta
Tengo que librarme de tus trampas
desmantelar esta noche tu sustento.
Tengo que decirte que en mi alma
sólo quedan rotas madrugadas
llantos de impotencia por amarte
impedían que mi verbo desbordara.
Esperando tus horarios inventados
mis ojeras dibujaban negros círculos
y mis ojos deslucidos se esforzaban
por mirarte con afecto unos instantes.
Tengo que pedirte que te excuses
por haber fatigado mi existencia
censurando mis propias cualidades
boicoteando mi risa con tus males.
Tengo que decirte que es muy tarde
que la rueda de la vida me ha llevado
a otro tiempo, a otra senda refulgente
donde voy a vivir con mis verdades.