Tus palabras...
Tus palabras resonaban
dentro de mi corazón,
al momento que enunciaban
tu partida y el adiós.
Se agolparon todas juntas
cual un mismo batallón,
ametrallando difusas,
tristeza, pena y dolor.
Tus palabras proyectadas
parecían proyectiles,
que en mi pecho se clavaban
intentando ser sutiles...
Provocando unas heridas
muy profundas y letales;
tus palabras vida mía,
dio muerte a mis ansiedades.
A mi ilusión, a mi lucha,
al proyecto de futuro,
a la fuerza que era mucha
y al gran amor que era tuyo.
Tus palabras nunca fueron
porque muy cobardemente,
de mi lado se ahuyentaron
para otro y para siempre.
Las hubiese preferido
cara a cara y frente a frente,
pues de tal forma el olvido
hoy sería diferente.
Pero truncaste mis días,
y heriste así a nuestros hijos,
sabiendo, no merecían
ese marcado destino.
Tus palabras... que malvadas,
no tienen alma, ninguna,
porque no te importó nada,
nada mas que tu estructura !
Luis A. Prieto
jueves, 23 de octubre de 2014
20:41 hs.-