Entre las olas de rojas amapolas
el viento, por lo bajo canturrea
en la empinada colina
en los mares de fresca hierba
un blanco molino se asoma
con sus aspas garraspéa
en este lindo paisaje, descansa
la paz que el alma desea,
a lo lejos el pueblo, con sus casítas viejas
tumbado entre los recuerdos, se recrea
gigantes de largos brazos
hacen en el horizonte de centinelas
evocando un montón de sueños,
de aquel Caballero Andante
su noble alazán, y un escudero y su jumento
La Mancha, larga y ancha
campos abrasados como yermos
las posadas y los castillos
que inspiraron a tan noble caballero
Miguel de Cervantes dicen que se llamaba,
barón calismático donde los haya
parecido a Don Quijote, sino en cuerpo, si en alma
y andante que anduvo por esos mundos de Dios
desaciéndo entuertos, con su pluma y su espada
soñando con ser capitán
de los barcos de su armada,
era delgado,enjuto, pero de franca mirada
risueño a veces, las menos
la historia lo abrazaba,
¡ ya casi no me acordaba,
me he quedado dormido !
entre la hierba, y soñaba
con los caballeros andantes y los molinos
con el tropél de corceles
por los polvorientos caminos,
allí en la distáncia quedan
ya en el recuerdo dormidos
aquellos tiempos que yo llevo
en mi mochila, siempre conmigo...
Entre la hierba y amapolas
sonríen los molinos...