Angeles Josefina Almenas Velasco

Un dia cualquiera y diferente tal vez

 

Un día como otro,

diferente a la vez,

como todos...

Cuando luchas contra algún revés

sientes que vives.

 

Observas tu lentitud, cuerpo que cruje.

como cruje un papel que se rompe.

 

La fuente del deseo no se agota.

Te imaginas en una carpa en Mongolia,

oyendo los cánticos e imitando los rituales

de los sabios monjes del Tibet.

Flotas por el Danubio, no tan azul-

Comes gulash en Hungría.

Entras en la ciudadad secreta y cuasi sagrada

de Beijing.

 

Vuelves a tu solo aventurero con el pensamiento.

Se abren las compuertas de siglos ya idos,

las vidas del hoy, del ayer, del mañana.

 

Sobre la mesa los muchos remedios temporeros,

la puerta de entrada, aparentemente cerrada,

la puerta de cristal refleja la montaña siempre verde.

La perrita dispuesta a jugar, a olfatear...a esperar

mientras las plantas del jardín ansían otras lluvias tropicales 

que calmen su intensa sed,

intensa como la mía propia.

 

Es un día como otro cualquiera, diferente a la misma vez.

Como todos los días mientras exista la conciencia.