MI PARAISO SALBAJE .
LOS DOS CAMINAMOS JUNTOS,
AL MONTE FUIMOS POR LEÑA,
PISAMOS RAMAS Y ESPINAS
Y HOJAS BLANDAS DE SEDA.
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HEMOS CRUZADO LAS ZARZAS
Y UCES FALSAS Y VIEJAS
Y UN ROBLE DE CUATRO SIGLOS
Y ENMUDECIDAS PIEDRAS.
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LOS DOS VIMOS EL MAR
DESDE LA ALTA RIBERA,
CUATRO CHALANAS EN BOGA
Y CINCO BARCAS DE VELA.
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BAJAMOS AL PEDRERGAL
CORTANDO FLORES Y HIERBAS,
MOJAMOS LOS PIES SENTADOS
DESDE LA REDONDA PEÑA.
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DESCALZOS FUIMOS ANDANDO
SOBRE LAS MANCHAS DE ARENA,
COGIMOS TRES CARACOLAS
CIEN OSTRAS Y CUATRO PERLAS.
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VINO LA BRISA DEL MAR
RECOSTADA EN LA MAREA
Y UNA SONORA CANCIÓN
DE LA MÁS BELLA SIRENA.
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SUVIMOS HACIA EL CAMINO
PARA RECOGER LA LEÑA;
PERO EL SOL SE HABÍA IDO
Y EL TIEMPO YA SE MURIERA.
TODO SE HALLABA EN SILENCIO,
NADA SE OÍA EN LA SIERRA,
SÓLO MI QUERIDA NINFA
QUE SE OLVIDÓ DE LA LEÑA.
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NOS SENTAMOS OTRA VEZ
PARA MIRARNOS DE CERCA;
PERO UNA NUBE DE AMORES
NOS ARROJÓ EN LAS HIERBAS.
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SE HABÍA HUNDIDO EL MUNDO
Y SE AUYENTARA LA TIERRA,
MIENTRAS EL FUEGO DEL SOL
SE FUNDÍA EN DOS ESTRELLAS.
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LOS DOS FUIMOS AL MONTE
EN BUSCA DE LEÑA SECA,
PERO LA DUEÑA DEL BOSQUE
QUE VIGILABA DE CERCA,
POR TANTAS MIRADAS DULCES
NOS DIO VENENO DE HIERBAS.