Dónde estarás ahora que me acuerdo de tus ojos,
de tu sonrisa traviesa perdida en el eco.
¿Dónde estarán tus pasos, qué besará tu boca?
¿Dónde reinarás en el sueño de otro tiempo?
Recuerdo tu mirada incendiando mis ojos;
tus pestañas rizadas escondiéndote toda
ahí oculta tu alma, esa prisión que te ahoga.
¿Cuáles serán tus celdas?... tu reinado, qué sombra.
Te imagino ave rota: vuelo quieto en la corriente,
alas mordidas por el viento, viajando sin veleta;
es tiempo de retornos: la Luna es un espejo roto
y solo en mi pupila podrías rehacerla.
Ojala que me evoques en tus vuelos,
y te invada de pronto el rumor eterno de mis olas,
que despiertes al mundo sintiendo que te extraño.
Y que el alba te acaricie preguntando mi nombre.
Vuelve suave, como este viento que hoy me desviste,
vuelve a llenar mis orillas, de arenas con tu nombre.
seremos dos desconocidos: estrellas furtivas en la noche,
jurándonos al viento lo que la noche calla.