La clave es no perderse en mundos paralelos
No soñar la vida de los dioses
Escaparse de la luz artificial
La clave no es llenarse de bellezas
No habitar solo el reino de las flores
Ni hacerse acompañar por fantasmas que sonríen
La clave no es romper el corazón y echar a bajo un sentimiento
Como árbol que se tala en selva de un cuerpo
Tampoco es apagar el canto de las aves
O silenciar el arpa de una virgen
La clave no es lanzarse al mar en busca de tormentas
No es alejarse de las islas porque encierran soledad
Ni abrazar un cuerpo porque emita calor
La clave está en el modo en que hundes tus manos
En busca del poema de la vida.