Verano Brisas

EL PORVENIR

Ni Marte ni Venus ni Mercurio

querrán recibir los torvos seres

del más bello planeta conocido,

un puntito azul cerca del Sol

apenas concebible como número

en los suburbios de la Vía Láctea.

 

Menos la Luna víctima de estupro

por la soberbia de un imperio oscuro;

tampoco Titán el de propicia atmósfera,

recibiría los hombres como huéspedes.

 

Entonces vagaremos como intrusos

por diferentes confines siderales

en busca de un lugar que nos acepte,

después de arruinar impunemente

el hogar que el universo nos brindó.

 

Tal será nuestro destino y la derrota

en las hondas cavidades estelares,

donde quizás nos sorprenda el porvenir

con su azarosa canasta familiar.