No quiero amor que sea callejero
ni busque en su utopía vanidad.
No quiero amor basado en la crueldad
que viva en un suplicio prisionero.
Quiero el amor prudente y lisonjero,
que crezca con nobleza y lealtad,
que busque en el placer la voluntad
de amar en su caudal lo verdadero.
Que alimente con fe la dignidad
y sea el más confiable compañero
que tenga como base la verdad.
Sublime en el hacer de su sendero
sin sombras de egoísmo ni maldad,
auténtico y cabal como escudero.
Aimée Granado Oreña
Gota de Rocío Azul