Entre los verdes olivares
se asoma a su ventana
los campos de esta tierra mía
que mana leche y miel
trigo, aceite y vino,
entre las rocas se descuérgan
dorados al sol los racimos
cuando despierta la aurora
y se desperezan los caminos
los panales de laboriosas abejas
amasan el néctar Divino
endulzándo el paladar,
los encináres se visten
con sus bellotas de lunares
que cuelgan de sus ramas
mientras cantando una copla
ríe y canta el agua en la cañada,
y pasan lamiendo el suelo
las ovejas y las cabras
de donde sale el queso tierno
leche, nazurónes y suero
que con mentarlo ya empalága,
y ese aceite de oro
que embriaga el pensamiento
cuando sale de la almanzára
alimenta hasta el aliento,
a borbotones ,brota el vino de las parras
ese que quita las penas
ese que refresca el alma
y aquellas viejas higueras
con ese fruto exquisito
de hermosos higos y brévas,
las cebadas y el centeno
re rebuélcan en la era
mira si son ricos, los campos de mi tierra
una tierra que mana leche y miel
cuantos manjares encierra
brillan al sol las blancas jaras
que parecen campos de argodón
en lo alto de la sierra,
el cielo es tan azul, que de día se ven las estrellas
ay, si lloviera a menudo
en los campos sedientos de esta tierra,
he dejado para el final
lo mas importante, lo insprescindíble
el manso trigo y el pan
que tantas bocas alimenta
y que no puede faltar
en lo alto de las mesas,
¡ como sonrién los trigáles,
cuando los pobres lo besan !...
Así, a grandes rasgos
retrato yo a mi tierra
una tierra que mana leche y miel
y perfume de la sierra
¡ LLegará el día, que todos los pobres
tengan la llave de esta despensa...!
Pronto habrá un Paraíso
una Tierra Prometida que espera...
( EXÓDO 3:17 ) ( DEUTERONOMÍO 26:9 ).